Akita Americano
El Akita Americano desciende del Akita Inu japonés, y se desarrolló en Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial, cuando soldados estadounidenses llevaron ejemplares japoneses a su país. Allí se cruzaron con otras líneas más robustas, dando lugar a un perro de mayor tamaño, con un temperamento firme y un fuerte instinto protector.




Cuidados y recomendaciones
Dueño con experiencia: No es un perro para principiantes. Necesita liderazgo firme y tranquilo.
Entrenamiento constante desde cachorro: Obediente, pero dominante si no se le guía correctamente.
Socialización temprana: Fundamental para evitar territorialidad excesiva con personas y otros animales.
Ejercicio diario moderado: Caminatas largas y juegos controlados. No necesita agotarse, pero sí mantenerse activo.
Espacio seguro y tranquilo: No es para lugares ruidosos o con tráfico constante de personas.
Cepillado regular: Muda estacional intensa. Requiere buen mantenimiento del pelaje.
Tamaños en edad adulta
Temperamento: Fuerte, silencioso y muy leal.
Personalidad: Reservado con extraños, pero profundamente fiel a su familia. Independiente, pero con gran sensibilidad hacia sus dueños.
Cuerpo: Imponente, compacto y musculoso. Cabeza ancha con orejas erguidas y mirada intensa.
Pelaje: Doble capa espesa, ideal para el frío. Colores variados: blanco, negro, atigrado, pinto, y combinaciones de estos.
Estatura y Peso en Edad Adulta
Machos: 66–71 cm | 45–59 kg
Hembras: 61–66 cm | 32–45 kg